Porque no puedo dejar de pensarte
y ya
siento que, a golpe de recuerdo,
tu
memoria se ha borrado.
tan
pleno de pureza
que
estancaba el corazón de lado a lado
y
expulsaba hacia el mundo sus latidos.
Lo que diera, no lo sé, por retenerte a chorros
siendo
un algo de mi piel, hueso de lágrima;
o tal
vez, mejor, por liberarte de esas sombras
a
esta broma inverosímil que es mi pasado.
Difuminas hasta el aire que respiro
y aún
no sé los porqués de tanta espera,
ni
los dóndes de papel que voy dejando.
Y no puedo dejar de recrearte
aunque
busque y rebusque entre esos nuncas
o en
los restos de ceniza, tus silencios.
Puedes ver como mata la distancia
si en
tus ojos no me miro
y tus
manos han perdido la tibieza de mi roce,
ya
soy de grieta
una
grieta que se alarga con tu nombre.
Porque no puedo dejar de pensarte,
lo que diera, no lo sé,
por ser tu sueño.
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