viernes, 12 de octubre de 2012

CAMINO DE PERVERSIÓN


La Libertad guiando al pueblo. Eugéne Delacroix
Reflexión del día. 
¿Hasta qué punto somos productos de algún tipo de adoctrinamiento? Si soy capaz de ver cómo condicionan a otros y me  considero diferente de esa manera de pensar o de sentir, ¿por qué no identifico claramente qué es lo que están haciendo conmigo? 
La historia de este largo ¿poema? la cuento en la entrada de "La inquietud de los pronombres".




Tras un camino estrecho
rodeado de espinos, de lágrimas y de esfuerzos
se abre un valle tan grande y tan hermoso
como la profundidad del amor en la mirada;
como el roce del silencio, cuando se contempla el mar,
y, desde la profundidad de ese silencio, el mar nos habla.
Ese camino se vuelve de repente tan estrecho y tan empinado
que abre en los pulmones una grieta
y el dolor que gime dentro
va rompiendo poco a poco las ataduras de un pasado,
y el sonido de su huella dificulta la respiración,
nos hace frágiles.
Ese camino, perdido entre la niebla,
fue hecho para ti, para mí, para el proscrito,
para el que busca un poco más allá de la tiranía,
la sombra de un paraíso del que nunca nos querían hablar
porque no interesa difundir que existe.
Dame esa piel que quieren vestir con murmuraciones, con lamentos,
con incomprensión y con oscuras críticas,
pero no te hagas falsas ilusiones
esperando que alguien te comprenda
porque a la inmensa mayoría de los hombres y de las mujeres
les produce verdadero terror traspasar ese límite
cubierto del dolor repentino de la soledad, de las tinieblas.
Desnúdate y baila. Baila conmigo hasta desfallecer,
sobre las piedras de este suelo forajido que otros evitan
por creer que se les va el poder que lo controla todo.
Conviértete conmigo en un rebelde, en un raro, en un maldito,
pero no dejes nunca de pensar por ti mismo,
porque cuando dejes de pensar,
caerá bajo tus pies la hermosa tierra de ese valle
y caerás con ella;
y con ella, todo tu esfuerzo se hará de olvido.
Entonces llegarán ellos -los que te quisieron poseer-,
como buitres carroñeros
y te hundirán en un amor tan falso como las verdades que proclaman
entre sus dramáticos sofocos y sus juramentos.
No, no dejes que le pongan los hilos de ese amor a tu conciencia
porque son tan sutiles como invisibles,
pero no dejan de ser cadenas con las que pueden manejarte
como a una sencilla e inútil marioneta,
sin que lo notes, incluso haciéndote creer que eres feliz
y que ya nada te falta.
No, no dejes que le pongan precio a tus acciones
porque entrarás a formar parte en sus negruras,
en la fe de control que se remueve en sus abismos,
en todo lo que pretenden manipular
con sus argucias y con sus sucias tretas.
Tras un camino tortuoso en el que un día me interné,
se encuentra un valle...
y ese valle, amigo mío, mal que les pese
a los que siempre se quieren salir con la suya,
se llama Libertad.


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