Esta inquietud me vuelve a llevar a ti,
desesperada,
como
la luz que se escabulle por las rendijas o las grietas
y va
a las sombras.
Sólo una vez más te besaría,
que
arrancara a jirones ese imán de tu belleza
Di, ¿qué me has hecho si mis labios son de nudos
y mi
mirada acorralada no te encuentra
en
los andrajos de esta ausencia?
Sólo una vez más te abrazaría,
y en
mis manos, diez segundos,
atrapando
una esquiva sensación de paz eterna.
Oye como deslizo los dedos de mis pies
a
través de tanta huida,
escucha
como este delirio me derrumba
estás
muy lejos, pero sigues tan cerca.
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