Otro viejo poema. Hoy que el día se asoma triste y gris, habría preferido rescatar alguno bullicioso o, al menos, que pudiera transmitir serenidad. Pero no ha sido posible.
Enlacé mi mano a la tuya para
buscar un nuevo rumbo,
pero tu piel saludaba a la
distancia
y la triste oscuridad de esa
palabra que no se dijo a tiempo
se estancaba entre los dos
levantando un muro opaco y fuerte
y no podías darte cuenta de que yo
estaba a tu lado.
Sentí la voracidad del vértigo
serpenteando
en cada uno de estos dedos que se
ataban a los tuyos
y de repente, arrastrada por una
urgencia dolorosa,
quise verme reflejada en tus
pupilas
y tus pupilas eran un profundo lago
sombrío y silencioso
en el que mi imagen había
desaparecido por completo.
Pero tú no te dabas cuenta.
Busqué por tu mirada una leve señal
que me pudiera recordar
que un día fui su dueña,
pero ni siquiera pude encontrarme
en ese diminuto rincón
que de vez en cuando reservabas
para cubrirme con el perverso juego
del desdén o de la burla.
No quería que supieras que me
habías abierto
una profunda herida de tristeza y
soledad
y aparté mi mano de la tuya
deslizándola tan suavemente
que ni el mismo aire pudo notar la huida.
Pero tú no te dabas cuenta.
Sin decirte nada, me marché
despacio, muy despacio,
después pasé dolorosamente la
página en la que se deslizaba tu nombre
para volver la vista atrás y
contemplarte desde lejos.
Y aún así, sigues sin darte cuenta.
Muy sentida, emotiva, pero no puedo visionar ese momento en que alguien ¿quién? desdeñe tu amor. Qizás todo sea sólo producto de tu imaginación. O acaso reflejes el carácter de estos hombres acostumbrados a nuestro amor( siempre nuevo, romántico y pasional) y para los que éste se ha convertido en algo rutinario y estable,por lo que no le dan la menor importancia, hasta que un día, quién sabe...
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