Desde hoy mismo podrás llamarme primavera,
y en mis labios verás como se renuevan
los campos que cantan amapolas.
Yo seré para ti la belleza que germina en los almendros
y en sus flores te daré mis lunas grandes
o las nubes que guardo en mi regazo
y entenderás, sin que tenga que explicarte,
que entre lo real y lo ficticio,
a veces sólo existe
la comisura de un pequeño verso.
Tú me piensas, yo te pienso,
dime si es o no verdad,
este amor que nos tenemos.
Desde hoy podrás llamarme primavera
y escuchar mi sonata más gozosa,
la que se desliza en el latido de las aves
que se esconden en lo más profundo de mis albas.
Ya se encienden las sílabas oscuras
en el vívido desvelo de cada una de mis ramas.
y en mis labios verás como se renuevan
los campos que cantan amapolas.
Yo seré para ti la belleza que germina en los almendros
y en sus flores te daré mis lunas grandes
o las nubes que guardo en mi regazo
y entenderás, sin que tenga que explicarte,
que entre lo real y lo ficticio,
a veces sólo existe
la comisura de un pequeño verso.
Tú me piensas, yo te pienso,
dime si es o no verdad,
este amor que nos tenemos.
Desde hoy podrás llamarme primavera
y escuchar mi sonata más gozosa,
la que se desliza en el latido de las aves
que se esconden en lo más profundo de mis albas.
Ya se encienden las sílabas oscuras
en el vívido desvelo de cada una de mis ramas.
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