Deslizarme por tu piel desnuda, amor,
hasta volver a mi origen,
como manantial profundo,
donde brota el agua,
tibia,
húmeda,
frágil.
Para ti, ya no hay laberintos
y muy poquito a poco,
me moldeas
transparencia o magia.
Cuando estoy en ti
y somos ya de instinto,
nada más que tú.
Entre tu deseo y mis labios densos,
un aliento sólo
y el mundo...
El mundo, amor,
en algún lugar,
cada vez más lejos.
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