sábado, 4 de julio de 2020

2018












No hay calor para la piel que se viste en el recuerdo

Ni un plural para la soledad humana.

Las sombras, quedarán sólo las sombras.

Definitivamente, la pesadilla ha despertado.

 

Era el solsticio de un poema,

apenas esbozado.


La larva encallecida en tu capricho,

me volvió a mirar en lo gris, en lo insensato

y yo que creí haberte amado,

como me enseñaron a amar cada principio,

me fui cayendo de aquel sueño

como princesa rota

(y más si reavivo la llama

de lo que nos salió mal en este juego).


Prefiero romper la memoria y los papeles

y olvidarme de una vez por todas

lo que en la sangre y el sudor,

en la misma tragedia nos mostramos.


No pasa nada,

si después de esta caída

tomas de nuevo mi mano y me dices simplemente:

recomencemos.


2 comentarios:

  1. Precioso texto. No conocía tu blog, me quedo de seguidora y te invito a que te pases por el mío si te apetece.
    Un abrazo.

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  2. ¡Gracias! Desde hoy ya te sigo también. Encantada, Rocío

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