domingo, 6 de enero de 2013

COMO EL AGUA

A Montse

Te he entregado esos retazos de mi ser a golpe vivo.
Tienes en las manos los trocitos de este mundo
que me exprime y me conmueve en la pasión y en la desgana.
A veces, eres pradera inmensa y húmeda
y en otras ocasiones te pareces a la arboleda que mira al cielo
recogiendo entre sus ramas los rayos de sol más juguetones y aventureros.
Pero otras veces, eres ese beso que la lluvia deposita con nostalgia
en los cristales de una casa acogedora y sencilla.
Si tuviera que compararte con algo, tendrías naturaleza de agua
de agua dulce y agua clara, agua de nube casi etérea.
Agua de dama blanca.
Y así te veo y te siento, como el agua que canta en los arroyos,
bullicio de chapoteo en continuo movimiento.
Agua de luz, de energía. Agua que limpia y que sana.

Fotografía de Aida Lorente


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