Reflexión:
A veces no es la pregunta en sí, sino a quién o a qué va dirigida, lo que puede darnos una respuesta u otra.
Me haces única, especial y diferente.
Hay un lugar en mi corazón reservado para ti.
Tú ya lo sabes.
También sabes que ese lugar está creciendo
sin que yo pueda controlarlo.
A todo pareces llegar sin esfuerzo por tu parte
y te haces vital, en un secreto
tan íntimo y tan invisible como el fluir que hay en mi sangre.
Puede que sea amor,
también puede ser pura obsesión indómita y salvaje.
Mi mente no deja de quitarle la ilusión a tus latidos
y me descubre infantil y fantasiosa.
Aunque sé que aún no quieres responder a mi pregunta,
a ritmo pausado de bolero.
¿Si yo te digo ven, lo dejas todo?
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