como la brisa fresca en la noche
y no te pude ver.
Me amabas en la penumbra
de las palabras
en su derecho y por su envés
y mientras tanto,
yo me creía feliz
en la muy sana evasión que respira
en las alas desplegadas al viento
de los pájaros.
Y mientras tanto,
yo me creía feliz
sin saber
cómo me estabas amando.
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