jueves, 20 de noviembre de 2014

COMO QUIEN CONTEMPLA

Vuelvo a contemplarte como quien contempla una escultura en la piedra,
o la luz que atraviesa el sonido de las hojas más altas del árbol. 
Vuelvo sí, a contemplarte lejano y a la vez tan cerca, como el azul intenso.
Ahora sé que te amo profundamente, pero también ahora sé que no puedo alcanzarte.
Me dejaré llevar por falsas alas para descubrirte entre mis sueños
y será ahí en esos mismos sueños, donde vendrás a mí,
donde nos volveremos a encontrar desde los párpados dormidos,
y el movimiento apaciguado y quieto,
ese movimiento que nos habla de seres inmortales y de energías de infinito.
Entonces seremos piel, seremos manos, seremos boca 
y confundiremos nuestro alterado aliento para el amor, 
en la melodía silenciosa que se esconde tras mis versos. 
Y entonces y sólo entonces, podremos dejar atrás la sombra de tanto sufrimiento.

jueves, 13 de noviembre de 2014

LA TARDE SE HIZO PLIEGUES

Fotografía de la autora

La tarde se hizo pliegues y cayó en tu recuerdo lentamente.
La tarde volvió a entregarme el calor de tu piel
Pero tú no eras la tarde.
Tú no eras el calor de ese recuerdo, ni de ningún otro recuerdo.
Ni siquiera eras las palabras con las que te dibujaba en el tiempo
o en aquellos versos que, sin embargo, 
estaban vestidos de tu esencia
y a los que terminé amando profundamente, 
en un continuo presente, 
sin dolor ni resistencias.
La tarde se desplegó muy despacito y se quedó en mí.
Por eso ahora soy capaz de escribirte  
y percibo tus detalles más pequeños,
a través de tanto amor como cabe en mis silencios.

pinterest