domingo, 30 de agosto de 2015
miércoles, 19 de agosto de 2015
QUERIDO AMOR:
Querido amor,
te confieso que cuando tomas forma de hombre,
o de mujer, no solo me interesas,
a veces, reconozco que me obsesionas
mucho más que seriamente.
Desciendo a tus abismos
o me elevo por encima de tus nubes aun sin quererlo,
pero no te creas demasiado tu papel
porque te enredaré en mi piel
hasta hacerte enloquecer en mis desdenes.
Sólo hazme el caso suficiente
porque si no es así, podré agobiarte
(intentando una y otra vez
que no descuides tus quehaceres).
Ten cuidado, sin embargo y no te hagas de melaza,
ni me prestes demasiada atención,
porque si me siento apretujada entre tus brazos
o si en tu exceso de control, no me dejas expandirme
seré yo la que te diga adiós.
(Y me ría en tus narices).
Querido amor,
te debo mis principios y cuanto sé de mí,
aunque en algunas ocasiones
creo que te pierdo y me despistas,
te ruego encarecidamente que si eso pasa,
me envíes una señal, una mirada,
un artículo, un libro, un reportaje,
algo pequeño y tonto,
(algo así como un diamante,
un libro o una flor)
que me recuerde que estás ahí,
que estás conmigo y que te llevo dentro
en un callado mirar que me ilumina
y que ilumina cada rasgo
que puedo percibir en este mundo.
te confieso que cuando tomas forma de hombre,
o de mujer, no solo me interesas,
a veces, reconozco que me obsesionas
mucho más que seriamente.
Desciendo a tus abismos
o me elevo por encima de tus nubes aun sin quererlo,
pero no te creas demasiado tu papel
porque te enredaré en mi piel
hasta hacerte enloquecer en mis desdenes.
Sólo hazme el caso suficiente
porque si no es así, podré agobiarte
(intentando una y otra vez
que no descuides tus quehaceres).
Ten cuidado, sin embargo y no te hagas de melaza,
ni me prestes demasiada atención,
porque si me siento apretujada entre tus brazos
o si en tu exceso de control, no me dejas expandirme
seré yo la que te diga adiós.
(Y me ría en tus narices).
Querido amor,
te debo mis principios y cuanto sé de mí,
aunque en algunas ocasiones
creo que te pierdo y me despistas,
te ruego encarecidamente que si eso pasa,
me envíes una señal, una mirada,
un artículo, un libro, un reportaje,
algo pequeño y tonto,
(algo así como un diamante,
un libro o una flor)
que me recuerde que estás ahí,
que estás conmigo y que te llevo dentro
en un callado mirar que me ilumina
y que ilumina cada rasgo
que puedo percibir en este mundo.
martes, 18 de agosto de 2015
ARMONÍA
Reflexión: El amor lo convierte todo en armonía y sencillez, pero tendemos a complicarlo todo. Me paseo por la silueta de algunas de sus emociones y me siento bien. La modalidad de amor-pesadilla, no debería existir. Pero si existe, no creo que sea amor ni que se asemeje a la más deforme de sus sombras.
¿Qué nombre tendrá tu rostro a la caída de la tarde?
Un gato triste recorre los tejados.
La armonía se acurruca en mi regazo,
me besa los párpados cerrados
y se instala dulcemente en todo cuanto amo.
Al pensarte, te enciendes y te hago mío,
te hago real y en un trozo viejo de cartón
te escribo una historia que no llegará nunca a ti
porque te prefiero así,
mirándome en las huellas de tus pasos.
No quiero entrar a formar parte de tus miedos
o de tus posesiones, o de tus fracasos.
Te prefiero así, sintiéndote como luz o como hambre,
pero mío, sin perderme en las migajas de lo que crees amor
y sin herirme con el filo de tus estúpidos escudos protectores.
¿Qué nombre tendrá tu rostro a la caída de la tarde?
Un gato triste recorre los tejados.
La armonía se acurruca en mi regazo,
me besa los párpados cerrados
y se instala dulcemente en todo cuanto amo.
Al pensarte, te enciendes y te hago mío,
te hago real y en un trozo viejo de cartón
te escribo una historia que no llegará nunca a ti
porque te prefiero así,
mirándome en las huellas de tus pasos.
No quiero entrar a formar parte de tus miedos
o de tus posesiones, o de tus fracasos.
Te prefiero así, sintiéndote como luz o como hambre,
pero mío, sin perderme en las migajas de lo que crees amor
y sin herirme con el filo de tus estúpidos escudos protectores.
Olga Becerra
sábado, 8 de agosto de 2015
HE VUELTO A SENTIR QUE ME FALTABAS
Reflexión: Te pasa algo que te parece tonto y estúpido, pero te afecta de una manera inusual y ahí estás con el ánimo por los suelos. ¿Somos más complejos o más sencillos de lo que parece?
He vuelto a sentirme vulnerable y muy pequeña,
he vuelto a sentir la razón que sabe del porqué
de una simple lágrima.
Y he vuelto a sentir que me faltabas.
He vuelto a hacerte el culpable de mi tristeza
y no me entraba más mundo en los pulmones
y la voz se me hizo un nudo en la garganta.
Me has vuelto a perder,
estoy descalza
y, lo peor de todo, es que ya no tengo más varitas mágicas.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)