viernes, 23 de septiembre de 2016

CUANDO ME HABITA EL INSOMNIO

Imagen tomada de la Red

Cuando me habita el insomnio,
se engalanan y florecen mis palabras,
nada vuelve a ser igual que antes
y son ellas, las que a tientas te van buscando,
hasta que te nombran.
En la noche rota, yo te rozo con mi libertad 
y mi aliento helado.
La esfera del reloj respira cansancio
sin saber qué hacer, se pierde en tu sombra.

Cuando me habita el insomnio,
te cuelas en mi mundo, una y otra vez,


y el silencio hondo me sabe a tu boca.

¿Dónde está tu piel? ¿Dónde están tus manos?
No puedo dormir, 
Despierta el alba y el papel, en blanco.

             (Le diré a mis versos que ya no te amo
                                        y que no estoy tan sola).

viernes, 2 de septiembre de 2016

MI RELIGIÓN


Como si fueras mi religión, 
mi templo vivo, así te amo.
Y voy a desvelarme en el misterio
que se oculta
en el cómo me miras algunas veces,
que se me antoja ya de niña-oruga o de niña-viento.
Déjame hacerte de cuna entre mis manos,
porque tú eres ese lugar inconfundible
de la estación desconocida
en la que se adormecen sin quererlo mis silencios.
Como si me alargara en tu tallo 
y te creciera en las espinas,
sólo me sale darte las gracias, amada rosa, 
por la belleza y la bondad
de cada uno de tus pétalos.

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