martes, 29 de marzo de 2016

ILUMINACIÓN

Imagen tomada de www.imujer.com


SATORI: El despertar instantáneo.

Yo soy 
Lo que he buscado afuera 
En el tiempo
Y me encuentro aquí 
En mi mismo centro 
Lo soy todo 
Y mi paz es mi medida



KINTSUGI: El arte de mostrar las cicatrices

Ponte a cantar conmigo
la melodía de la vida
con sus largas pausas 
y sus vaivenes sostenidos.
Con sus bemoles inesperados,
sin olvidar las notas que sobrevuelan
agudas y febriles la monotonía
inexorable del pentagrama,
o con la gravedad que imponen
todas las vibraciones 
en las más adversas circunstancias.
Ponte a cantar conmigo
sin esconder tus cicatrices,
que las mías, aún sin querer,
las descubro en mis poemas
y van insertas en el silencio
al que se anudan estas rimas 
y sus más lacónicos fonemas.
Ponte a cantar conmigo
para hacer una sola voz,
y siempre en clave de sol
como origen que ilumina y acompaña 
nuestra buena educación
y la fuerza del instinto.
Ponte a cantar conmigo
la canción más infinita
que nos lleva a la alegría 
y la abundancia.
La canción que abre puertas,
y tira muros de miedo, de desdén
e intolerancia.



domingo, 27 de marzo de 2016

ÉXTASIS

El Éxtasis de Santa Teresa de Bernini (1647-1652)



He dejado a un lado el nosotros, 
para centrarme en el yo más absoluto.
Desde el mismo eje, ahora entiendo, 
que es desde ahí donde podré cambiar el mundo.
He atravesado las sombras ancestrales,
cubierta por los odios, 
sombras de esqueletos articuladas
por las iras más recónditas y salvajes.
¿Por qué me habré empeñado en ocultar
la fortaleza de ese yo, tras tantos miedos?
Ahora, ahora y no luego,
ahora es el momento más preciso,
para llegar y bañarme en esa paz
de la que hablaron
profetas, gurús y gente extraña.
Ahora más que nunca, 
el mundo se hace yo. Cambiado por completo.
Oh luz que me iluminas desde dentro
de una forma tan poderosa como mágica,
has traído la alegría más serena
a la piel de mis poemas, a mi universo, 
a mi palabra.



viernes, 25 de marzo de 2016

YO

Imagen tomada de la Red


Yo, que creo que soy fuerte e insumisa,
que me va la rebelión de las ciudades y en las granjas,
vengo a contemplar mi imagen en estos versos cristalinos
donde ya no me conformo con ser parte
de tus gestos de desdén o tus migajas.
Yo, que he indagado en mi interior,
para abrir la puerta a las nostalgias y los miedos
y los he ido viendo salir de uno en uno,
algunos cubiertos de mi amor y otros en luchas,
me miro en ti, para entenderme en lo que sientes.
Yo, que me resisto a desnudarme ante mi ira
y me disfrazo con sonrisa fulminante
ante el dolor, la frustración o mala leche,
reconozco que perdí. Pero no siempre.
Y vengo a darte la razón, que yo me quedo con mi paz,
aunque sé que tú te niegas a mirarme frente a frente.
Yo, que me declaro digna de un amor que no me ofreces,
y ajena a los culpables de política y moral y religiones,
hoy declaro mi inocencia de aquello que aprendí,
de las cosas que olvidé. Porque no soy culpable.
Yo soy, 
              incondicional 
                                        y
                                          completamente, 
                                                                          inocente.

jueves, 24 de marzo de 2016

CONTROL

Imagen tomada de www.duiops.net

Él pudo ser su príncipe azul,
pero sólo lo dejó convertirse en su pequeño sapo.
Pudo ser el gozo, la alegría y los colores,
pero terminó retocada a su gusto en el Photoshop,
por aquel ridículo fotógrafo,
de una manera bastante burda,
que tampoco terminó de agradarle por completo.
Pudo ser la fiesta, la aurora, la acción de gracias,
pero en cuanto concibió su sueño,
lo abortó enseguida
para no dejar de sentirse la víctima más víctima
de todas las víctimas.
Un buen día se sintió optimista
y quiso florecer al mundo,
mostrando un esbozo de sonrisa.
Sólo un esbozo.
Pero las comisuras de sus labios
no supieron cómo remontar
aquel profundo abismo.

miércoles, 23 de marzo de 2016

TRES RAMILLETES

Ojalá ese padre haya podido sacar a su hijo de ahí.
Imagen tomada de la red


A Harper Lee
A los refugiados
A los desamparados

Cuántas veces se nos olvida
que matar a un ruiseñor
es acabar para siempre 
con su canto inmaculado.

He recogido de mi jardín imaginado
palabras frescas
y he hecho tres ramilletes a los que llamé poemas.
Son hermosos, pero lucen tristes.
Quizás cuando te los entregue,
se harán más vivos sus colores
y en tu corazón sabrán cobrar más fuerza.
Mis palabras-azucena se parecen 
a los ojos de los refugiados
cuando contemplan la caída de la tarde.
En mis palabras-margarita,
vi como son las manos 
cuando niegan las caricias
al anciano, al perro, al niño.
Y mis palabras-rosa son 
como el hambre que no puedo mitigar,
y que muchas veces
camina muy de cerca.

Amanecía.

He recogido dos minutos más para dormir.
Sentí tu calor y me pegué más a ti,
porque ya no creía en el prodigio de las hadas
ni en la luz de las estrellas.


viernes, 18 de marzo de 2016

HISTORIA PARA SOBREVIVIR AL EGO DE UN POEMA

Imagen tomada de la Web













Un abrelatas oxidado pudo ser el motivo del encuentro
o el desencadenante hacia el olvido.
Llegó el lector para transformar aquellos textos
en algo nuevo y diferente
que jamás se había pasado por la cabeza 
de su musa azul,
ni por el latido del artífice
que se estaba haciendo una coraza de poeta.
Al fin y al cabo era sólo un abrelatas oxidado
hecho de palabras, que no tuvo nada de real
hasta que aquel lector le insufló vida
con su propio aliento.

lunes, 14 de marzo de 2016

"CARPE DIEM"

Imagen tomada de la Web


Después de todo me subí a mi universo femenino
y depilé mis piernas y mis ingles
para enfundarlas en las medias más sedosas y sutiles.
Y pinté mis labios
y dejé que se prendiera tu mirada hipnotizada
en lo más llamativo de mi escote.
Arreglé y embellecí mis uñas
y engalané mis cabellos
hasta hacerlos luz de trigo ante la siega.
Después de todo, para ti,
que me borrabas entre líneas
y que me preferías en el recuerdo
porque me hacías parecer aún más viva y excitante.
Es la clara consecuencia de no vivir en el presente.

                                  (Hoy que me has perdido, 
                                  ya me tienes para siempre).

viernes, 11 de marzo de 2016

PAISAJE MUSICAL

Imagen tomada de www.planetacurioso.com


Miré las bandadas de los pájaros en su vuelo
como notas musicales que surgían a lo lejos.
Era el cielo un papel claro e inmenso
y el pentagrama se abría en los renglones
de los tendidos eléctricos.
El tren siguió avanzando,
tras los cristales, se acompañaba
de aquella extraña partitura musical,
mientras los viajeros nos acomodábamos
en su monótono traqueteo.


El poema traducido al rumano por Elisabeta Botan, se puede encontrar en: http://orizonturipoetice.blogspot.com.es/2016/02/peisaj-muzical-paisaje-musical-de-olga.html

viernes, 4 de marzo de 2016

KYBALIÓN (V: Principio de ritmo)



Todo fluye y refluye; todo tiene sus períodos de avance y retroceso, todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo; la medida de su movimiento hacia la derecha es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda; el ritmo es la compensación.
El Kybalion


Te he amado, amor, 
incluso cuando eras un despojo 
de mi propia sombra,
cuando te hiciste de ilusión o de espejismo.
Te he amado 
en el umbral de mi tristeza,
en el fuego de mi ira
y te he consumido entre mis dudas,
en mis tacones, en la lencería fina 
y en el carmín encendido 
de mis labios.
Te he amado, amor, 
como si fueras ese terrón 
desgajado de la tierra
que ya no sabe,
                     ni se acuerda
de lo que fue la lluvia, 
o la fragancia de la hierba.
Te he amado 
como si fueras la caricia 
que cree en los milagros, 
hasta sentir que te desvanecías 
completamente entre mis manos,
como si fueras toda la ropa 
con la que llenaba mi maleta,
sin saber del destino 
de un viaje que no era mi viaje. 
Ni siquiera el tuyo.
Pero tú me quisiste escribir 
tras un grueso telón.
Me atrincheraste.
Me cubriste del ropaje 
con el que se visten 
los secretos más profundos,
para esconderme en tu teatro,
                                                   y tras tu mundo.
Después me dejé convertir 
en la invisible musa 
que se ahogaba 
en el color de tus palabras.


Te he amado, amor, 
-siempre- 
como tú querías.
Comienzo a amarte, amor,
-ahora-
como yo quiero.


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