TANTO AMOR COMO TE QUEPA EN LA MIRADA

Imagen tomada de la Web

Empújame, lánzame

desde ti, de tus mejillas,

como de islas de coral,

a navegar, a irme lejos

para buscarte, a buscar

fuera de ti lo que tienes,

lo que no me quieres dar.

PEDRO SALINAS (La voz a ti debida)

Me merezco tanto amor como te quepa en la mirada.
Y yo le dije:
Muéstrame tus cicatrices.
Me las mostró poquito a poco.
Al principio fue la sombra.
Le siguió la imagen.
Después vino la palabra.
Pasó la tarde de los calendarios.
Pasaron los siglos que habitan
en las historias más hermosas
que hay en las líneas ocultas de los libros.
Y de repente, supimos del prodigio.
Nos caló como cala la llovizna,
como cala el amor verdadero,
para mostrarnos, sencillo, 
y sin que nadie más se diera cuenta,
el latido que vibra en lo real de su existencia.

                                                             Olga Becerra

TÚ ME SUGERÍAS EL OLVIDO

Fotografía de la autora

Reflexión: El engaño es un mecanismo que utilizan los inútiles demasiado a menudo. :-(
En mi primer momento de frustración al descubrirme engañada, pensé poner la siguiente reflexión: "Envolví de lirismo esas señoras putadas, para no matarte..." No iba a matar a nadie. Pero necesitaba decirlo.


No te diste cuenta de que ya no me importaba
esa triste caída de la tarde.
Me habías engañado demasiadas veces
y cuando adiviné mi propio reflejo
envuelto en el lodo de una sola lágrima,
supe que no te dejaría 
empañarme en el dolor de tus mentiras, 
nunca más.
En la quietud del aire
se abalanzaron mis recuerdos
mientras tú me sugerías el olvido.
Pero no te hice caso,
simplemente te envolví en el lirismo de un poema
y lo tóxico de tu mentira, se quedó contigo, 
en esa lenta agonía de la tarde.

                       Olga Becerra

LA BRUJITA MURIÓ

Reflexión: Cuando un amigo de cuatro patas se nos va, la pena nos deja también con lágrimas en los ojos. 
La foto es de Bruja. Ha sido tomada de Hortensia Fernández Hidalgo, la dueña de Bruja, a la que quiero acompañar en estos tristes momentos.


La Brujita murió.
Su pelo rizado y negro
se fundió en la noche,
y de su mirada sólo queda una hermosa foto.

La Brujita se fue a buscar nuevas risas,
nuevos olores
y a regar con su serena alegría otros bellos campos.

La Brujita se fue con su caminar apaciguado y lento
donde viven los viejos amores y algunos recuerdos.

La Brujita hoy volvió  a mirarme con su ojos grandes
y encendió la luz de una caricia
de esas que nunca se olvidan
porque brotó como las flores,
bajo los sueños y desvelos
de mis párpados dormidos.

Hoy se me escapó una lágrima al despedirme de Bruja.
Y ella, desde la foto colgada en el Facebook,
desde la inmensa bondad que le cabe a una perra vieja,
que siempre fue caprichosa y niña,
nos supo decir adiós a todos.

                       Olga Becerra

¿QUIÉN DIJO?

A mi hija Ester con agradecimiento
por nuestras charlas sobre la abundancia
y por hacerme crecer en la alegría de su voz

¿Quién dijo que el dinero no compra alegría
cuando con él se organizan fiestas o se adquieren regalos?
¿Quién dijo que no compra salud cuando los mejores médicos
no rechazan que se realicen sus pagos?
¿Quién dijo que no compra el amor, el éxito, la sonrisa
cuando lo estamos viendo a diario?

Por eso algunos lo hacen su dios,
por eso a otros nos dijeron que era malo.
Pero yo determino desde hoy
que no es ni mi dios,
pero tampoco lo dejaré ser mi diablo.

                       Olga Becerra

ERA EL AGUA AZUL

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Era el agua azul
y eran tus manos flotantes universos.
De tus ojos, la mirada más cálida me abrazó
y en tus besos, fuiste el dios
que creaba la existencia en cada ser
y le daba música y color
a mis poemas y a  mis versos.
Así te amé.
Y ahora sé que así me amaste.
Y así me amas.
Ahora sé que es de verdad,
aunque ambos creíamos que fue un destello,
lo fugaz de un espejismo
o el destino de algún sueño.
Pero el amor se ha hecho en este ahora
inmensamente nuestro
y se ha cubierto en la sencillez
que lleva el ave en su batir de alas.
No es de esparto, no es de abismo.
Es más simple que todo eso.
Mira en el estremecimiento de tu piel
y de la mía.
Mira y sabrás que ya sabemos
que hay algo místico o extraño
que nos vuelve a llevar hacia el amor,

hacia este pétalo dorado del reencuentro.

                       Olga Becerra

EL MAESTRO

 Reflexión: Me gusta la figura del maestro. Probablemente la tengo idealizada. Pero los altos ideales son necesarios para hacernos mejores personas. O no... Los altos ideales cuando se radicalizan, se convierten en otra cosa. 

Compañero, compañera, en este día

celebremos sus llegadas, sus partidas

que motivos hoy nos sobran de alegría

viendo el fruto venturoso en sus semillas.

Lo que pasa para siempre queda en ellos

y aunque a veces nos parezca ceniciento

el cumplir con lo sagrado de este reto,

es preciso que a este fin juntos estemos.

Que las almas de los niños tienen manos,

como manos tienen agua, flor o árbol.

Si esas manos son la barca, somos faro,

somos guía en sus caminos alumbrando.

A través de la inocencia, la sonrisa

se despierta dando gracias a la vida,

pasa el tiempo pasajero que suspira

las lecciones olvidadas por sabidas.

Cualquier hombre que se mire en su reflejo

conmovido irá atrapando en sus recuerdos

y mezclando entre las cuentas y los cuentos

la figura ya borrosa de un maestro.

                       Olga Becerra

BIG BANG

Los huéspedes están esparcidos por toda la región,

porque el ojo alterado altera todo.
Los sentidos se enrollan en sí mismos, con miedo,
y la Tierra plana se convierte en una pelota.
William Blake

Y qué le voy a hacer si soy un poema que alarga sus versos

en las vocales de tu nombre.

Lo aúllo como el lobo a la luna,

lo asusto y lo traigo y lo pinto de incierto,

o de grillo o de gato o en las hojas de un árbol

o en los pétalos blancos de una pequeña margarita

o en un color que inventé de repente

para darle entusiasmo a una rosa ajada.

Pero tu nombre lo sacralizo con vocales grandes.

Mientras veo que aparece la magia de los trazos,

el bolígrafo me ha estallado entre las manos.

Ha sido como un volcán con fuego y cenizas.

Un volcán inesperado que provoca mi ira o mi risa

o qué se yo, La sorpresa me incita

a mirarte de lejos o de cerca, en una foto

o desde mi mente para que no te des cuenta.

Nunca antes me había pasado algo así.

Tal vez las vocales se han vuelto de magma

y justo cuando las pronunciaba mentalmente,

se han hecho de luz turbia para ti, (estés donde estés),

y para mí se han hecho boli que salta y revienta

como un viejo cráter que escupe tu nombre.

Qué bellas vocales transformando el mundo,

desde un boli que se alborota en mis manos,

y es big bang en mi propio ser.

Lo contemplo roto, después del gran susto

luego busco otro, y observo el papel,

me quedo mirando solo las vocales,

¿Las historias son dos o parecen muchas?

De repente todo se ha vuelto o semilla o sueño,

que mi alma ligera quiere ver crecer.

                                                          Olga Becerra