jueves, 30 de mayo de 2013

LA SIRENA

Reflexión. Muchas más veces de las que creemos son otras personas las encargadas de pasar las páginas de nuestro libro personal, de cambiar la manera en que se estaba desarrollando nuestra historia. Decir adiós a algo en lo que nos sentíamos bien, no es fácil. 
Me he dedicado a transformar un viejo poema dirigido al público infantil. Era una manera de demostrarme a mí misma un par de cosas: Que todavía hay asuntos que puedo controlar porque son plenamente míos y que no hay que tenerle miedo a los cambios.


  Tiene la sirena
un amor secreto
John William Waterhouse. La sirena. 1901
y a nadie le cuenta
lo que sabe el viento.
  Todas las mañanas 
va a cantarle al puerto
vestida de espuma
a su marinero.
  
          -Ay, mi marinero,
   miras a lo lejos
   ay, marinerito,
   cuanto más me acerco.
        Qué tendrán tus ojos,
   profundos y negros,
   -piensa la sirena
   cuando va a su encuentro-.
         -Ay, mi marinero,
   de ojitos morenos,
   no sabes de embrujos
   y en amores muero-.

  Si el mar trae tormenta
vela con esmero
y a nadie comenta
por quién son sus rezos.
  Tiene la sirena
un amor secreto
y a nadie le cuenta
dónde van sus sueños.

domingo, 26 de mayo de 2013

EL TIEMPO ES UN PINTOR

El tiempo es un pintor extravagante y algo poeta 
que se entretiene en maquillar
Imagen de Maua Orma
de amarillo la tonalidad de su paleta.
Es un siempre y un jamás
un después, ahora o luego,
en las líneas imprecisas o certeras 
que imprime, con desdén, en su boceto.
Es curioso y es atento,
a todo llega, como llega al pensamiento,
y no descuida personajes ni momentos.
El tiempo juega a desnudar verdades
aunque los hombres las cubran de falsas apariencias
o las quieran amortajar en un sepulcro de silencios.
El tiempo es un pintor ya cansado,
un niño viejo,
un pintor de dedos largos que dibuja con esmero 
cada pliegue, cada mancha, cada arruga
y nos desgasta y nos levanta 
y nos agacha sin respeto.
No es amigo ni enemigo,
aunque ayude a construir o a abandonarnos
en lo absurdo de algún sueño,
y no hay nada que él olvide
porque busca que perduren sus conceptos.


domingo, 19 de mayo de 2013

ALMA EN LAS PIEDRAS

Fotografía de la autora


Reflexión: Los edificios nos hablan de su pasado. Ha cambiado el lugar donde trabajo. De un convento del siglo XVII a una mansión del XIX. Los dos son muy diferentes pero tan llenos de vida como seres que laten y cuentan viejas historias -siempre interesantes-, para el que quiera escucharlas. Aunque traigo un poema muy antiguo, creo que refleja mi fascinación por ese paso del tiempo en los objetos aparentemente inanimados. 







Madre, que hay alma en las piedras,            
que yo he oído que cuentan penas.

Cuando susurran los vientos
que nubes llevan;
cuando en los cerros plateados
con gotas blancas la luz destella
y el musguito escondido
muy en silencio por su piel trepa,
                      puedes sentir, madre,
                                                 su voz serena.


Madre, no me lo invento y no es leyenda,
que musitan baladas con hondas quejas.
            
Cuando en las aves dulces
vibra el deseo por primavera;
cuando en las rejas dormidas
de las ventanas surgen estrellas
y la noche cansada
se va vistiendo muy despacito
con su lamento de brumas negras,
                     puedes sentir, madre,
                           voz en las piedras.




lunes, 13 de mayo de 2013

HAY DÍAS


En este cansancio viejo y demacrado
la ofrenda quedó profundamente dormida
como el sueño que te toca y que te olvida
convertido en pura dejadez de la memoria.

Hay días que se parecen a las malas propinas
y me dejo caer en su ausencia de latido
y todo parece un largo bostezo.
Yacían las sombras en mitad de aquel verso.
Hay días tan densos que nada sonríe.
Hay días que esperan la espera del tiempo.

Días aciagos con rostros de pena.
Sus flores marchitan las manos serenas.
Hay días que vuelan sin sueños, ni vida.
Me miro perpleja, yo soy de ese espejo
la imagen que mueve mi voz sin palabras,
la que unta sus canas con un tinte añejo.
Colores y formas, parecen idénticos
y en el iris sus ojos preguntan
y en la respuesta una piel, surcada de arrugas,
sonríe amarguras desde su sepulcral silencio.

pinterest