lunes, 9 de diciembre de 2013

BREVES PENSAMIENTOS Y POEMAS VARIOS

Reflexión del día: Hoy me siento marioneta del destino. Marioneta triste y lacia... quisiera saber dónde están los hilos que me manejan. Quiero recuperar el control de una vez por todas. Miro a todos los lados buscando esos malditos hilos y no puedo verlos. Me pregunto a mí misma y a los demás. Pero nadie sabe darme una respuesta. ¿Dónde estarán? Me queda mirar hacia atrás. Puede que ahí los encuentre. Pero estoy demasiado cansada de tanta búsqueda infructuosa: sé que me voy a dejar llevar por la pereza. Volveré a intentarlo mañana o pasado mañana o...

Suéñame. Te lo digo ahora que sé que ya lo has hecho.
Puede que sea sólo así como harás crecer lo nuestro,
aunque en este mundo real no sirva para nada
y me sienta abandonada, no te importe y suéñame
porque sabré ser la poderosa reina que domina
con capricho en tu soñar, tranquilo y lento.


Hombre, tú que sabes iluminarte en mi sonrisa,
quiero que seas mi porqué cada mañana.
La ilusión de tu aliento entrecortado
y el calor de la noche duermen conmigo a todas horas,
bajo las mismas sábanas.


Entiendo tus razones para odiarme
pero a veces, el amor tiene estos caprichos...
(le dijo conteniendo las lágrimas, la madre al hijo).

Ahora que sé convertir en pequeñas pelotas
tantas mentiras, las lanzo al aire
para hacerme un artista de los juegos malabares.
Oír, ver y callar tras las máscaras hipócritas
en los círculos viciosos de siniestros carnavales.
Así me muevo, así te mueves,
como si pudieras asesinar con lo que dices
las  verdades. 
(Silenciosas ellas se desnudan en tus actos
y me cuentan lo que sé de ti
en aquello que haces y deshaces).


viernes, 6 de diciembre de 2013

SENCILLAMENTE SERENIDAD

Reflexión: Es difícil crecer física, mental y emocionalmente de manera equilibrada. A veces, algo se nos queda atrás o nos deja maniatados ante un dolor profundo que no podemos superar por más que lo intentemos. Este poema es fruto de la realidad. Lo que pudo ser una acalorada discusión se fue diluyendo por la llegada de una serenidad inesperada que se convirtió en la más fiel de la aliadas de todos los protagonistas de la historia. Fue el pasado miércoles por la tarde. Cinco personas comieron en la misma mesa y de repente, saltó la chispa...

Te llamé despacio, serenidad,
como conjurando el prodigioso aletear de tu presencia.
Mis labios se hicieron sílaba a sílaba de tu esencia
hasta convertirse en tu pronombre,
en el pequeño destello que sólo sobrevive
en la transpiración de algunos versos.
Y así te abriste un espacio entre nosotros poco a poco,
sencillamente, 
con la maravillosa sensación de la llegada mágica de las hadas
o de la flor silvestre en primavera.
Humilde y llana tomaste de la mano aquella historia,
nos fuiste sonriendo a casi todos los presentes
mientras con dulzura nos deslizabas hacia ese final
que nadie se esperaba
un final sencillo, plácido y sorprendente.

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