miércoles, 24 de diciembre de 2014

HE ATRAPADO UN SILENCIO ENTRE MIS DEDOS

Reflexión del día: Mañana es Navidad.


“Leemos mal en el mundo y luego decimos que nos engaña”

Rabindranath Tagore



He atrapado un silencio entre mis dedos. Al principio pataleó un poco, pero enseguida dejó de hacerlo. Se ve que es muy pequeño, creo que recién nacido.
Por más que lo miro y lo analizo no me siento capaz de determinar bien su origen. Yo diría que pertenece a la especie humana. Pero no puedo asegurarlo porque hay algo en él que me recuerda el vuelo de las aves.
No sé qué voy hacer con él. De todos es sabido lo delicado que es un silencio recién nacido. Precisa de muchos cuidados y atenciones para crecer sano, robusto y sin interferencias.
Había pensado dejarlo en alguna madriguera. Pero creo que no es buena época de silencios en el campo. Lo ahogarán los gritos de las escopetas de los cazadores y, por otra parte, su origen humano me tiene bastante sorprendido. Lo miro otra vez. Ya no patalea. Se ha quedado plácidamente dormido en la punta de mis dedos.
Es tan hermoso y tan chiquitito. Tengo que pensar bien qué hacer con él. Es notorio que algunos silencios cuando crecen son asesinos de los buenos sentimientos y no dejan que florezcan las buenas palabras ni las lágrimas y por si eso fuera poco, construyen muros alrededor del corazón y convierten a las personas que los acogen en seres fríos y crueles. No desearía un futuro así para este pequeño silencio. Se le ve tan delicado.
¿Qué podría hacer para que crezca fuerte y que no le atenacen ni miedos ni penas, para que no se convierta en un duro y áspero silencio amenazante? Reconozco que me estoy encariñando con él. En el fondo de mi ser, me gusta. Me gusta mucho más de lo que creía en un principio. Me parece que lo voy a instalar en mi pensamiento y allí lo iré alimentando con mi propia calma. Tengo la certeza de que a partir de ahora, los dos conseguiremos crecer juntos.

lunes, 8 de diciembre de 2014

CAPRICHO

Hoy quiero que signifiques luz y te haré mi amante
y llevarás hasta mi boca las cerezas más hermosas.
Mañana querré que signifiques azul
y serás la corona que engalana mis cabellos,
serás mi fiesta.
No te preocupes por mí,
en un poema puedo encerrar todo mi mundo
y de repente, hacer que vuele convertido
en las motas de polvo más inquietas,
o llevar cada uno de mis versos hasta aquella lágrima
que cambia el color del iris de tus ojos
y con la que me estarás diciendo sin mediar palabras
que lo que me amaste en el ahora,
es tan sólo el comienzo para lo que me ofrecerás mañana
cabalgando a lomos de un caballo al que llamaremos
o jamás, o siempre.
Hoy quiero que signifiques tú, lo que nunca antes fuiste para otra,
en la eternidad del hoy y del ahora.
Yen este extraño reino en el que ya no me desconoces,
enlazaremos con capricho hasta el alma que vive en nuestras sombras.

jueves, 20 de noviembre de 2014

COMO QUIEN CONTEMPLA

Vuelvo a contemplarte como quien contempla una escultura en la piedra,
o la luz que atraviesa el sonido de las hojas más altas del árbol. 
Vuelvo sí, a contemplarte lejano y a la vez tan cerca, como el azul intenso.
Ahora sé que te amo profundamente, pero también ahora sé que no puedo alcanzarte.
Me dejaré llevar por falsas alas para descubrirte entre mis sueños
y será ahí en esos mismos sueños, donde vendrás a mí,
donde nos volveremos a encontrar desde los párpados dormidos,
y el movimiento apaciguado y quieto,
ese movimiento que nos habla de seres inmortales y de energías de infinito.
Entonces seremos piel, seremos manos, seremos boca 
y confundiremos nuestro alterado aliento para el amor, 
en la melodía silenciosa que se esconde tras mis versos. 
Y entonces y sólo entonces, podremos dejar atrás la sombra de tanto sufrimiento.

jueves, 13 de noviembre de 2014

LA TARDE SE HIZO PLIEGUES

Fotografía de la autora

La tarde se hizo pliegues y cayó en tu recuerdo lentamente.
La tarde volvió a entregarme el calor de tu piel
Pero tú no eras la tarde.
Tú no eras el calor de ese recuerdo, ni de ningún otro recuerdo.
Ni siquiera eras las palabras con las que te dibujaba en el tiempo
o en aquellos versos que, sin embargo, 
estaban vestidos de tu esencia
y a los que terminé amando profundamente, 
en un continuo presente, 
sin dolor ni resistencias.
La tarde se desplegó muy despacito y se quedó en mí.
Por eso ahora soy capaz de escribirte  
y percibo tus detalles más pequeños,
a través de tanto amor como cabe en mis silencios.

jueves, 2 de octubre de 2014

ASTARTÉ

Imagen tomada de la Red de la diosa Isthar



Astarté,
he aprendido a relamer tu nombre,
nombre ácido de sal y silencio.
Astarté confundida en las sombras
se desnuda al calor de la hembra
y se hace insumisa, rebelde,
guerrera,
sin dejar de sentirse mujer
ni un solo instante.
Astarté,
la que ama lo quieto y callado
para luego, un ratito después,
empujar con sus invisibles alas al viento.
Astarté,
la que no mira hacia atrás
porque se sabe inmortal
como el fuego que abrasa 
el amor de un recuerdo,
ella sola,
-como tú, como yo-,
mujer que atraviesa la noche
por un llanto de niño pequeño,
y renace al amor como nadie
prendida del hombre, la flor,
o las luces que los ojos no ven 
pero encienden los sueños.

                       Olga Becerra

lunes, 25 de agosto de 2014

NO RESPONDES



         VI         
No fue un beso
de viento a viento sólo. Fue el amor
en el telar oscuro de los sueños.
"El libro de las horas"
José María Franco Pérez







Qué espero de ti, que no respondes
o, si lo haces, es como una leve señal o una adivinanza.
Mis ojos cuartean lo que queda de horizonte.
Como otras veces, me quedé sin lágrimas.
La serenidad que desprenden mis palabras,
no tiene nada que ver
con el dolor que gimen mis silencios.
Y tú no estás y, si estás, no te veo.
Pero libro en tu ausencia mis batallas,
batallas que pierdo siempre en el mismo lugar, 
al pie del mismo árbol 
en el que vuelvo a dudar si me dijiste adiós.
Qué más da si fue al amparo de su sombra legendaria,
de sus hojas frescas y abundantes, 
o de las líneas de bruma de aquel último ejemplar
que escribimos juntos.
Que más da si fue al abrigo de una carta de correo postal
o con los ciento cuarenta caracteres del Twitter,
o si te cobijaste tras la oscuridad de una llamada telefónica.
Tú me dijiste adiós
y fue como si me llevaras cabizbajo hacia un hueco o un vacío
en el que yo me puse a tejer desde la nada, 
el desamparo.
Y mi propio desamparo se enredó
hasta hacerse un nudo entre mis manos.
Volví a observar como pasaba el hilo en cada vuelta,
y como quema mis manos.
No puedo sujetarla.
Salió rodando, varias veces la madeja.
Qué más da.
Había vuelto a ser Penélope
una y otra vez para esperarte.
Pero la espera empezó a ahogarme demasiado
y cuando me di cuenta, dejó de ser mi esencia.
Entonces supe que ya no quedaban Ulises que esperar
y se transformó mi mundo por completo.



sábado, 23 de agosto de 2014

PALABRAS



Lo que parece una cita, no lo es: forma parte de la misma unidad poética. No soy la primera que hace esto. Es un pequeño preámbulo en el que pongo de manifiesto que las palabras que otros nos dijeron, anidan en nosotros y entran a formar parte de nuestro ser. (Porque nosotros lo permitimos, claro...)


Qué agujero negro el de la palabra
cuando rinde a los ejércitos
y convierte las derrotas en arengas,
destruye la fe y arranca las certezas,
se desplaza por la sangre
y sabe vivir agazapada en cada una de sus cuevas.


Palabras que explotan de repente,
palabras que no dicen nada
y que suenan poderosas y grandilocuentes,
palabras rectas, retorcidas, sibilantes, sibilinas,
palabras viejas como el mundo en el que resuenan nuevas
y como recientemente descubiertas,
palabras-trampa, palabras-nido, palabras-arquetipo,
palabras incumplidas, palabras que se confunden con promesas
palabras que remiendan una y otra vez
y que dejan ver lo roto que yace bajo el zurcido,
palabras-meta, palabras-que-resquebrajan-horizontes,
palabras de bala de escopeta, palabras para decir adiós,
palabras que nos vacían o palabras que no nos llenan…
qué más da, si cuanto más las miro, más me liberan,
mientras las veo partir hacia el último poema que escribí,
como el vuelo que dibujan al regresar a casa,
las bandadas de aves migratorias.




viernes, 8 de agosto de 2014

CARRUSEL


Ilustración de Maua Orma
Explorar nuestro interior como los héroes mitológicos o los personajes de cuento. Ahondar en nuestras zonas oscuras o salir a la luz. Tener la perspectiva de la cueva y las sombras de Platón o caer en tu propia madriguera cuando vas tras el conejo blanco que se obsesiona con el tiempo. 
El tiempo. Ése que todo el mundo se ha empeñado en hacerte ver que es un tesoro, pero nadie más que tú sabe cómo gastarlo bien, aunque te lluevan los consejos. He llegado a esa madriguera absurda y llena de tinieblas. Mi madriguera. He podido comprender que en cada uno de nosotros hay una reina de corazones, maniática, intransigente y dictadora; un sombrerero loco o un mundo de sueños todavía por darse o de incomprensiones sin sentido y sin posibilidad de ser resueltas nunca... Al menos desde la lógica o el pensamiento razonado. 
Todo eso y mucho más, en las reflexiones de estos últimos días.



Alicia.- ¿Cuánto es para siempre?
Conejo.- A veces, sólo un segundo.
Lewis Carroll
Alicia en el País de las Maravillas

Era la verdad a medias, tortuosa y vacilante,
pero siempre a medias.
La noche murmuraba en mi coraje
para desvelarla o cubrirla para nunca o para siempre,
y seguía siendo a medias.
La pusiera donde la pusiera:
en la despedida, en el amor o en la inocencia,
en la melancolía, en el dolor o en la belleza,
la verdad siempre era una maldita verdad a medias.
Se me quiso romper la luna
precisamente cuando me columpiaba en ella.
Aunque en el fondo lo sabía,
sabía que volvería a ser como todas las anteriores,
una verdad a medias,
como sabía que tenía más de mentira que de verdad,
y aún así, me empeñé en creerla.
Y por creerla, la alimenté robusta y fuerte 
y me aferré a sus manos, pero también a medias.
Qué balanceo tan estúpido el de este carrusel
y qué amargas coincidencias hacen que se escapen
de mi espalda muchas, muchísimas verdades a medias,
de esas que se pasean remotas
y que huelen como los viejos que no se asean.
Ahora, que la noto ausente, que no me importa,
la encuentro junto a ti. Estás pegado a ella,
Ahora comprendo que tú también fuiste, como ella,
sólo un reflejo y una ilusión, en mi verdad a medias.





miércoles, 30 de julio de 2014

HACE TANTO TIEMPO QUE NO SÉ DE TI

Hace tanto tiempo que no sé de ti,
pero ya ves que antes de ponerme delante de estos versos,
mi memoria te recorre y te lleva y te trae con nostalgia
y olor a tierra mojada, a hierba fresca, pero no quiero más rayos 
ni quiero saber que fuera, ahí afuera, ruge la tormenta.
He acunado a un niño de piel morena,
niño que ya no late, ni sabe que ya no podrá volver
ni a la escuela, ni a los juegos, porque sólo le abro los brazos yo
y una oscura tumba abierta.
Pero yo no sé de ti y grito para que todo el mundo lo sepa.
Me hace daño este niño que descansa sobre mi pecho,
este niño que ya no puede andar, que no sabe de alegrías, 
que no juega.
¿Por qué no vuelves? ¿Por qué no llenas de aquel silencio las esferas? 
Llévate al niño muerto, llévate lo que no me consuela y trae de nuevo
la esperanza de otros niños, de otras risas, de otras cometas que ríen 
mientras vuelan...
Pero llévate las bombas, los misiles, el grito desgarrador y la miseria... 
Llévate la suciedad de los cuerpos, el miedo y mis tinieblas...
Responde pronto, no tengas excusas, querida paz,
hoy puede ser que otros niños, como éste que descansa en mi regazo,
no sepan despertar a la vida, como no saben despertar tampoco,
las malas conciencias.
Imagen de Maua Orma

domingo, 27 de julio de 2014

NO HUELE EL NÁUFRAGO COMO LA ROSA (Soneto)

Fotografía de la autora


No huele el náufrago como la rosa
y es ella quien inspira la belleza,
cuando en ella es la muerte la que reza
y es la vida sobre él, la que se posa.

Oh pétalo abatido, ya eres cosa
inerte y sin sentido en tu simpleza,
frente a ti, se alza el hombre que hoy empieza:
ganas tú, que por siempre eres la hermosa.

Cuántas veces engaña la apariencia
y nos muestra la mente falsedades,
nacidas de la lógica o la ciencia.

Cuántas veces, en nuestras soledades,
evitamos vivir una experiencia
por miedo a conocer otras verdades.


lunes, 30 de junio de 2014

EL AMOR ERA UN VERBO CONJUGADO EN LOS PRETÉRITOS

Fotografía de la autora.

El amor era un verbo conjugado en los pretéritos,
estrecho y doloroso,
que nos hizo refugiarnos en un lecho
y nos despertó cuando menos lo esperábamos
de lo más apacible del abrazo.

Ramaje del árbol frondoso,
hoy lloré,  al verte lejos.

domingo, 8 de junio de 2014

UNA VEZ VENDÍ UN POEMA

Una vez vendí un poema 
y para ello, tuve que llenarme de tiritas el alma.
Más de una vez me sentí feliz con una travesura que no era sexual,
a las dos de la mañana.
Y más de una vez le vi la verdadera cara a alguien 
que se había escapado del infierno.
Pero prefiero no contarle ninguna de estas cosas
a quienes nunca se sintieron enamorados de un reflejo
o, a quienes nunca supieron ver en un espejismo,
la entrada a una nueva fantasía 
que nos puede hacer volar muy lejos...
Tampoco les cuento nada a quienes no se saben ver nunca como niños,
a los que tienen demasiado claras las cosas
y no se saben llenar los bolsillos de algo raro,
algo que pueda rimar con malabarismos, música, acorde,
pasión, amigos, entusiasmo o ya veremos...
Una vez vendí un poema 
y me sentí traidora de mis propios esquemas
y lloré su partida como se llora por los muertos.
Pero prefiero no confiar mis pequeños y grandes desvelos
a esas personas que te miran con la cara de decirte: "eso ya me lo sé"
en lugar de "no te preocupes, porque te entiendo..."
Una vez supe de la verdadera magnitud del tiempo
y sólo entonces comprendí la inmensa amargura 
de lo que podría llegar a ser eterno.
Y más de una vez y de dos y de tres, sentí la tremenda punzada de los celos
y me dediqué a sondear en las aguas profundas de mi propio dolor,
aunque no sé muy bien para qué, porque a pesar de tanto esfuerzo,
ellos siguen ahí y yo, de vez en cuando 
-menos mal-, los sigo sintiendo.
Y también más de una vez, lloré, hasta que se me desgastaron las lágrimas
-creo que en una de las ocasiones, 
podría haber acabado con todas las del universo-
y, para colmo de males, no llevaba tu impermeable puesto.
Una vez me olvidé de todo, 
por un momento, pero creo que fue caminando a tu lado por un bonito sueño.
La triste verdad es que aún no comprendo por qué me alejaste de ti 
si sabías que nos íbamos a echar tanto de menos.


martes, 27 de mayo de 2014

PAISAJE

¿Qué es soledad?Para llenar el mundo
basta a veces un solo pensamiento.
Rosalía de Castro
Imagen de www.overnature.com

Qué oscuro prodigio el de esta soledad que ahora me invade.
Podría mostrarte mi mundo, pero hoy se me hizo demasiado tarde.
Ha llegado el silencio, el profundo silencio, desmedido por grande
y florece en el llano. Son sus pétalos blancos, delicados y frágiles.
Se nubló el horizonte. Cayeron las hojas más verdes del árbol
y no vino nadie.
Podría llevarte así de mi mano, entre sus arroyos, entre sus caudales,
podría sí, sentarte en sus verdes praderas,
pero hoy, este mundo pequeño apenas se ve:
sus colores se muestran cansados y comienza a llover
y es ceniza la lluvia que viene a morir en mis manos.

jueves, 22 de mayo de 2014

SE VENDE POEMA


TE INVITO A MIRAR

Fotografía de la autora
Reflexión: Me he permitido cambiar la traducción de estos versos de Whitman, incluso la puntuación para expresar lo que me hacen sentir y cómo los interpreto. Puede que no les guste a los traductores más literales o más expertos. Me da un poco igual. Cada poema que leemos y hacemos nuestro, se convierte en un acto de pura empatía.  


Yo no le pregunto a la persona herida cómo se siente:
me convierto en la persona herida.
Walt Whitman

Te invito a mirar, a que mires de cerca
este intenso latir que es de piel
y que te dice que en ella hay dolor, alegría,
ternura, tristeza,
o que puede llenarse de ira, vanidad o soberbia.
Yo te invito en mis versos
a llenar de emociones tu alma cansada,
solitaria o desierta,
como si fueran semillas, como si fuera una siembra.
Y puede que no los comprendas
(pobres versos, que se harán en el aire
veneno y saeta).
Te invito a mirarte en mi ser
para descubrir la riqueza del uno,
lo que parece demasiado común 
y nos ata a los dos en ese nudo
al que muchos llamaron simpleza. 


domingo, 18 de mayo de 2014

SE ME ROMPIÓ LA MAGIA

No puedo conocer tus noches claras 
porque te has llegado a hacer 
de duna que remonta el horizonte
y te siento como pesada carga.
¿Quién, dime, quién de los dos destruyó la magia?
Si era de nube o de aroma, no lo sé,
sólo sé que hubo un sonido que envolvió tu alma.
Campanillas y mariposas se desenhebraban.
Y creció repentinamente mi sed de ti 
y me vi vestida de una alegría que se hacía mía,
profundamente mía
aunque fuera su materia tan extraña.
¿Quién podría decirme de qué están hechas tantas almas?
¿O qué las une y las separa?
Pero la tuya, la tuya era la más hermosa de todas las almas
y sonaba como una llamada para mí, 
y era su voz melodiosa y dulcemente arcaica,
una voz eterna que me acariciaba. 
Cuando yo sentía los sonidos de tu alma, 
la mía se hacía de impulso, 
de ola recorriendo el latido de tu playa 
y te arropaba en un amor salado y blanco de espuma,
como el que guardan las viejas caracolas
ese que es ligero, que da libertad y que a la vez te atrapa.
Mi alma iba a ti, como el agua del mar va a la arena.
Una vez tras otra.
Pero ahora, me siento perdida. 
Ya no hay aquel canto de sirenas,
Y aquel sonido tuyo, no sé dónde está, 
no lo reconozco.
Se me rompió la magia,
pero quiero recoger trocitos, migajas, 
un pequeño fragmento, lo que sea... 
porque sé que si lo encuentro, 
esta vez cuando vuelva a ti, 
mi alma pequeña se hará luminosa y grande
para tu alma que no lo sabe, 
pero me está esperando, solitaria y ciega.



sábado, 17 de mayo de 2014

ESA LUNA NO SABE


Imagen tomada de www.galiciaunica.es

Reflexión: A veces, como esa luna del poema que hoy os traigo, no somos conscientes de que estamos influyendo en los pensamientos o en las acciones ajenas. O de cómo o cuándo lo hacemos.

Esa luna tan altiva y tan risueña 
es analfabeta y ciega.
Ella no sabe que ayuda al caminante, al ruiseñor,
a vivir de otra manera.
Ella no sabe cómo lleva al mar por el escalofrío
o dónde lo va haciendo de marea inquieta,
o cuándo se desatan aires junto a las tormentas.
La luna no sabe
del amor prohibido, de la noche en vela.
No sabe, no,
de la flor que empieza, del aullido largo,
del secreto amigo, del estudio, 
ni siquiera sabe de los versos o de los poetas.
Esa luna niña, esa luna vieja.
No sabe, no, de los que la sueñan.

jueves, 8 de mayo de 2014

MICROCUENTOS A LA CARTA

Reflexión: 
A veces nos preguntamos demasiados porrrr-queeeés. ¿A veces? Sí. Y casi siempre es mejor no intentar contestar a ninguno de ellos. Puede ser peor.
He seleccionado microcuentos que escribí para Twitter. Algunos transformados, otros tal cual y puestos en forma de carta de restaurante. Quizá porque cada uno de ellos de por sí es un plato único que hay que saborear despacio... ¿A que suena a advertencia? Probablemente lo sea. Quiero decir que leer muchos microcuentos, haikus o poemas a la vez, puede producir ciertos grados de acidez, indigestión o pesadez anímica... Poco a poco. Con calma. Dejando que cada uno nos impregne de su universo, será la mejor manera de acercarnos a ellos. 
Eso sí, dejaremos la carta de vinos para otra ocasión.
Como en los restaurantes, podéis hacer comentarios: "Existen hojas de reclamación a disposición de nuestros clientes"... Que disfrutéis de estos micromundos, elaborados con paciencia y cariño.

"Esto es amor, quien lo probó, lo sabe"
LOPE DE VEGA


Entrantes:

Un microcuento tiene algo de poema. Agrieta el lugar de la herida o lleva a la esperanza. Se abre en el lector y germina de maneras diferentes.

El cuento de pastas duras y ajadas del abuelo. Lo buscó. No sabía donde estaba. Se sentó y sonrió. En su lugar había aparecido un recuerdo que iba tomando forma difusa, como de ternura.

Otro cuento. Leído, escrito o imaginado poco importaba entonces. Estaba ahí frente a ella. Descarado le ofrecía un camino diferente. Llovía.


Primeros a elegir:

Hay tardes que parecen alargarse, que se cobijan en la piel, que hacen que te salgan escamas. Normalmente vienen con la lluvia intensa. Y la musa sin aparecer... 

Ella dijo: "Me gusta escribir sobre el satinado, en el reverso de las hojas muertas de los calendarios". En los ojos de él reinaba la indiferencia.

Como único sonido el batir de las olas. Una brisa ligera y fresca fue silenciándolo todo, mientras abría las almas a los sentimientos, como un poema.

Se pasaría el resto de la tarde mirando el mar, con una manta sobre los hombros. Pero el mar quedaba demasiado lejos, casi tanto como algunos sueños.

Él dijo: Una vez estuve en ese sueño. Yo supe de ti, una vez que parece quedar muy lejos. Ella contestó: ¿Estás borracho? 

Y llegaron las doce de la noche y las teclas del ordenador se convirtieron en cepos comededos #historiasparanodormircapítulo1


El plato fuerte:

Ocurrió a las 12,30. Lo de las teclas comededos se hizo realidad ¡Aaaaggggg mis dedos!-gritó ella mientras comprobaba con terror que el sonido no se propagaba por el aire  #historiasparanodormircapítulo2

¡He escrito más de mil páginas en tres meses! -exclamó él. Qué no me lo cuente, que no -pensó ella y él comenzó a leer.

Leyó cada uno de sus twetts una y otra vez mientras miraba su foto y entonces lo supo, supo que se había enamorado.

Un patinete tirado al borde de la carretera le habló sin palabras del accidente y de quién había perdido la vida en él.

¿Quién se está mirando en mis aguas? La laguna envolvió el cuerpo del curioso muchacho y nunca más se supo de él.

Al mirarse en sus ojos, supo del amor no correspondido y del adiós. Con quince años, su alma se volvió vieja de repente.

Tuvo un sueño profundo del que no quería despertar. Era la princesa en aquel nudo raro pero el nudo se deshizo suavemente.

A los ojos de todo el mundo eran dos terribles monstruos. Para ella fueron siempre cachorros indefensos. No se equivocó.

Día de domingo y yo más cabreada que una mona. Odio al mundo. Borraría mi sonrisa de cada una de mis fotos. Qué asco.


Las recomendaciones del chef:

Venía hacia nosotros con aire de fiesta, alegre y trotón. Lo hemos podido esquivar. Pobre perro, hoy será carne muerta en la carretera. El conductor del autobús tuvo la imagen del perro presente durante una semana y después, nada.

Consiguió tener las barbas más largas que nadie tuvo en aquella lejana región. Pero ser el primero nunca consiguió satisfacer su poderosa ambición.

Ideaba a sus personajes y los empezaba a amar intensamente. Nunca pudo terminar una novela porque no supo ser para ellos un creador implacable.

Ella volvía a brotar una y otra vez, auténtica e indómita, hija de las emociones. ¿Qué estaría pensando aquella mujer que contemplaba extasiada el inmenso campo de amapolas?


El postre especial de la casa

Tarta de san Marcos y té a la canela. ¿Se puede pedir más para el final de una tarde de domingo? Compañía -pensó- y lloró desconsoladamente.





lunes, 28 de abril de 2014

ME GUSTA LA PALABRA BESO

Hoy traigo como reflexión, cita o historia previa una jarcha mozárabe. 
Después de esta pequeña introducción que invita a soñar, la amada, escribirá al amado que le gusta la palabra beso, para animarle y para que vuelva la ilusión a sus ojos apagados y cenicientos porque echa de menos su alegría habitual.
Vaise mio corachón de mib.

¡Ya Rab!, ¿si se me tornarad?

Tan mal mio doler li-l-habib:
enfermo yed, ¿cuánd sanarad?

('Se va mi corazón de mí. /¡Ay Dios! ¿cuándo volverá?
Mi dolor por el amado es tan grande:/está enfermo, ¿cuándo sanará?')


Me gusta la palabra beso
y hacer de ella algo alegre,
disfrazarla de fiesta en el recuerdo
y buscar en la superficie de mi piel,
para ese tuyo,
la fiesta luminosa, un camino, un albergue,
la copa del árbol, la risa,
una bicicleta que descansa
en una noche estrellada de verano,
o el frescor del agua menuda
que salta con regocijo en la calmada fuente.
Me gusta la palabra beso
para vestirla y desnudarla a nuestro antojo
pero con tus labios, 
con tu aroma.
Para hacerla tuya a pesar de todo.
Para recorrerte y recorrerme.
Poco a poco.
Sin prisas.
Lentamente.

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