Fotografía de la autora |
Yo no le pregunto a la persona herida cómo se siente:
me convierto en la persona herida.
Walt Whitman
Te invito a mirar, a que mires de cerca
este intenso latir que es de piel
y que te dice que en ella hay dolor, alegría,
ternura, tristeza,
o que puede llenarse de ira, vanidad o soberbia.
Yo te invito en mis versos
a llenar de emociones tu alma cansada,
solitaria o desierta,
como si fueran semillas, como si fuera una siembra.
Y puede que no los comprendas
(pobres versos, que se harán en el aire
veneno y saeta).
Te invito a mirarte en mi ser
para descubrir la riqueza del uno,
lo que parece demasiado común
y nos ata a los dos en ese nudo
al que muchos llamaron simpleza.
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