martes, 27 de mayo de 2014

PAISAJE

¿Qué es soledad?Para llenar el mundo
basta a veces un solo pensamiento.
Rosalía de Castro
Imagen de www.overnature.com

Qué oscuro prodigio el de esta soledad que ahora me invade.
Podría mostrarte mi mundo, pero hoy se me hizo demasiado tarde.
Ha llegado el silencio, el profundo silencio, desmedido por grande
y florece en el llano. Son sus pétalos blancos, delicados y frágiles.
Se nubló el horizonte. Cayeron las hojas más verdes del árbol
y no vino nadie.
Podría llevarte así de mi mano, entre sus arroyos, entre sus caudales,
podría sí, sentarte en sus verdes praderas,
pero hoy, este mundo pequeño apenas se ve:
sus colores se muestran cansados y comienza a llover
y es ceniza la lluvia que viene a morir en mis manos.

jueves, 22 de mayo de 2014

SE VENDE POEMA


TE INVITO A MIRAR

Fotografía de la autora
Reflexión: Me he permitido cambiar la traducción de estos versos de Whitman, incluso la puntuación para expresar lo que me hacen sentir y cómo los interpreto. Puede que no les guste a los traductores más literales o más expertos. Me da un poco igual. Cada poema que leemos y hacemos nuestro, se convierte en un acto de pura empatía.  


Yo no le pregunto a la persona herida cómo se siente:
me convierto en la persona herida.
Walt Whitman

Te invito a mirar, a que mires de cerca
este intenso latir que es de piel
y que te dice que en ella hay dolor, alegría,
ternura, tristeza,
o que puede llenarse de ira, vanidad o soberbia.
Yo te invito en mis versos
a llenar de emociones tu alma cansada,
solitaria o desierta,
como si fueran semillas, como si fuera una siembra.
Y puede que no los comprendas
(pobres versos, que se harán en el aire
veneno y saeta).
Te invito a mirarte en mi ser
para descubrir la riqueza del uno,
lo que parece demasiado común 
y nos ata a los dos en ese nudo
al que muchos llamaron simpleza. 


domingo, 18 de mayo de 2014

SE ME ROMPIÓ LA MAGIA

No puedo conocer tus noches claras 
porque te has llegado a hacer 
de duna que remonta el horizonte
y te siento como pesada carga.
¿Quién, dime, quién de los dos destruyó la magia?
Si era de nube o de aroma, no lo sé,
sólo sé que hubo un sonido que envolvió tu alma.
Campanillas y mariposas se desenhebraban.
Y creció repentinamente mi sed de ti 
y me vi vestida de una alegría que se hacía mía,
profundamente mía
aunque fuera su materia tan extraña.
¿Quién podría decirme de qué están hechas tantas almas?
¿O qué las une y las separa?
Pero la tuya, la tuya era la más hermosa de todas las almas
y sonaba como una llamada para mí, 
y era su voz melodiosa y dulcemente arcaica,
una voz eterna que me acariciaba. 
Cuando yo sentía los sonidos de tu alma, 
la mía se hacía de impulso, 
de ola recorriendo el latido de tu playa 
y te arropaba en un amor salado y blanco de espuma,
como el que guardan las viejas caracolas
ese que es ligero, que da libertad y que a la vez te atrapa.
Mi alma iba a ti, como el agua del mar va a la arena.
Una vez tras otra.
Pero ahora, me siento perdida. 
Ya no hay aquel canto de sirenas,
Y aquel sonido tuyo, no sé dónde está, 
no lo reconozco.
Se me rompió la magia,
pero quiero recoger trocitos, migajas, 
un pequeño fragmento, lo que sea... 
porque sé que si lo encuentro, 
esta vez cuando vuelva a ti, 
mi alma pequeña se hará luminosa y grande
para tu alma que no lo sabe, 
pero me está esperando, solitaria y ciega.



sábado, 17 de mayo de 2014

ESA LUNA NO SABE


Imagen tomada de www.galiciaunica.es

Reflexión: A veces, como esa luna del poema que hoy os traigo, no somos conscientes de que estamos influyendo en los pensamientos o en las acciones ajenas. O de cómo o cuándo lo hacemos.

Esa luna tan altiva y tan risueña 
es analfabeta y ciega.
Ella no sabe que ayuda al caminante, al ruiseñor,
a vivir de otra manera.
Ella no sabe cómo lleva al mar por el escalofrío
o dónde lo va haciendo de marea inquieta,
o cuándo se desatan aires junto a las tormentas.
La luna no sabe
del amor prohibido, de la noche en vela.
No sabe, no,
de la flor que empieza, del aullido largo,
del secreto amigo, del estudio, 
ni siquiera sabe de los versos o de los poetas.
Esa luna niña, esa luna vieja.
No sabe, no, de los que la sueñan.

jueves, 8 de mayo de 2014

MICROCUENTOS A LA CARTA

Reflexión: 
A veces nos preguntamos demasiados porrrr-queeeés. ¿A veces? Sí. Y casi siempre es mejor no intentar contestar a ninguno de ellos. Puede ser peor.
He seleccionado microcuentos que escribí para Twitter. Algunos transformados, otros tal cual y puestos en forma de carta de restaurante. Quizá porque cada uno de ellos de por sí es un plato único que hay que saborear despacio... ¿A que suena a advertencia? Probablemente lo sea. Quiero decir que leer muchos microcuentos, haikus o poemas a la vez, puede producir ciertos grados de acidez, indigestión o pesadez anímica... Poco a poco. Con calma. Dejando que cada uno nos impregne de su universo, será la mejor manera de acercarnos a ellos. 
Eso sí, dejaremos la carta de vinos para otra ocasión.
Como en los restaurantes, podéis hacer comentarios: "Existen hojas de reclamación a disposición de nuestros clientes"... Que disfrutéis de estos micromundos, elaborados con paciencia y cariño.

"Esto es amor, quien lo probó, lo sabe"
LOPE DE VEGA


Entrantes:

Un microcuento tiene algo de poema. Agrieta el lugar de la herida o lleva a la esperanza. Se abre en el lector y germina de maneras diferentes.

El cuento de pastas duras y ajadas del abuelo. Lo buscó. No sabía donde estaba. Se sentó y sonrió. En su lugar había aparecido un recuerdo que iba tomando forma difusa, como de ternura.

Otro cuento. Leído, escrito o imaginado poco importaba entonces. Estaba ahí frente a ella. Descarado le ofrecía un camino diferente. Llovía.


Primeros a elegir:

Hay tardes que parecen alargarse, que se cobijan en la piel, que hacen que te salgan escamas. Normalmente vienen con la lluvia intensa. Y la musa sin aparecer... 

Ella dijo: "Me gusta escribir sobre el satinado, en el reverso de las hojas muertas de los calendarios". En los ojos de él reinaba la indiferencia.

Como único sonido el batir de las olas. Una brisa ligera y fresca fue silenciándolo todo, mientras abría las almas a los sentimientos, como un poema.

Se pasaría el resto de la tarde mirando el mar, con una manta sobre los hombros. Pero el mar quedaba demasiado lejos, casi tanto como algunos sueños.

Él dijo: Una vez estuve en ese sueño. Yo supe de ti, una vez que parece quedar muy lejos. Ella contestó: ¿Estás borracho? 

Y llegaron las doce de la noche y las teclas del ordenador se convirtieron en cepos comededos #historiasparanodormircapítulo1


El plato fuerte:

Ocurrió a las 12,30. Lo de las teclas comededos se hizo realidad ¡Aaaaggggg mis dedos!-gritó ella mientras comprobaba con terror que el sonido no se propagaba por el aire  #historiasparanodormircapítulo2

¡He escrito más de mil páginas en tres meses! -exclamó él. Qué no me lo cuente, que no -pensó ella y él comenzó a leer.

Leyó cada uno de sus twetts una y otra vez mientras miraba su foto y entonces lo supo, supo que se había enamorado.

Un patinete tirado al borde de la carretera le habló sin palabras del accidente y de quién había perdido la vida en él.

¿Quién se está mirando en mis aguas? La laguna envolvió el cuerpo del curioso muchacho y nunca más se supo de él.

Al mirarse en sus ojos, supo del amor no correspondido y del adiós. Con quince años, su alma se volvió vieja de repente.

Tuvo un sueño profundo del que no quería despertar. Era la princesa en aquel nudo raro pero el nudo se deshizo suavemente.

A los ojos de todo el mundo eran dos terribles monstruos. Para ella fueron siempre cachorros indefensos. No se equivocó.

Día de domingo y yo más cabreada que una mona. Odio al mundo. Borraría mi sonrisa de cada una de mis fotos. Qué asco.


Las recomendaciones del chef:

Venía hacia nosotros con aire de fiesta, alegre y trotón. Lo hemos podido esquivar. Pobre perro, hoy será carne muerta en la carretera. El conductor del autobús tuvo la imagen del perro presente durante una semana y después, nada.

Consiguió tener las barbas más largas que nadie tuvo en aquella lejana región. Pero ser el primero nunca consiguió satisfacer su poderosa ambición.

Ideaba a sus personajes y los empezaba a amar intensamente. Nunca pudo terminar una novela porque no supo ser para ellos un creador implacable.

Ella volvía a brotar una y otra vez, auténtica e indómita, hija de las emociones. ¿Qué estaría pensando aquella mujer que contemplaba extasiada el inmenso campo de amapolas?


El postre especial de la casa

Tarta de san Marcos y té a la canela. ¿Se puede pedir más para el final de una tarde de domingo? Compañía -pensó- y lloró desconsoladamente.





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