miércoles, 19 de agosto de 2015

QUERIDO AMOR:

Querido amor,
te confieso que cuando tomas forma de hombre,
o de mujer, no solo me interesas,
a veces, reconozco que me obsesionas 
mucho más que seriamente.

Desciendo a tus abismos 
o me elevo por encima de tus nubes aun sin quererlo, 
pero no te creas demasiado tu papel
porque te enredaré en mi piel 
hasta hacerte enloquecer en mis desdenes.
Sólo hazme el caso suficiente
porque si no es así, podré agobiarte
                                       (intentando una y otra vez 
                            que no descuides tus quehaceres).

Ten cuidado, sin embargo y no te hagas de melaza,
ni me prestes demasiada atención,
porque si me siento apretujada entre tus brazos
o si en tu exceso de control, no me dejas expandirme
seré yo la que te diga adiós.
                                              (Y me ría en tus narices).

Querido amor, 
te debo mis principios y cuanto sé de mí,
aunque en algunas ocasiones
creo que te pierdo y me despistas,
te ruego encarecidamente que si eso pasa,
me envíes una señal, una mirada,
un artículo, un libro, un reportaje,
algo pequeño y tonto, 
     
                (algo así como un diamante, 
                un libro o una flor)

que me recuerde que estás ahí,
que estás conmigo y que te llevo dentro
en un callado mirar que me ilumina
y que ilumina cada rasgo 
que puedo percibir en este mundo.

                                                      

No hay comentarios:

Publicar un comentario

pinterest