miércoles, 6 de septiembre de 2017

METAMORFOSIS

De vez en cuando, me hago un ovillo.
Me madejo y me desmadejo
y se me escapan las razones.
Para ser yo de nuevo, arrastro el miedo,
la ira y me margino en mi propia sombra.
No conozco el amor.
Desvanezco a los amigos.
Tengo aristas, en el pensamiento,
en los sentidos.
Muerdo.
Soy de hilo,
con el que atrapo los rencores
y me aparto de los trinos.
A veces, mi color deja de ser el color de lo sencillo.
Se agitan bien mis emociones,
Me arrastran tempestades que llegaron desde lejos.
En este pulso acelerado, en la batalla que me espera, desfallezco,
y entonces,
cuando ya no puedo más,
comprendo
que si tiene que embellecer el mundo,
no hay momento fácil para la crisálida.

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