sábado, 14 de septiembre de 2013

SE ME HA ENDURECIDO EL CORAZÓN

Yo no quería que pasara y lo intenté evitar.
Pero ya es tarde.
Se me ha endurecido el corazón.
Y si lo miro bien,
hay una extraña argamasa que ha crecido
entre las grietas que se abrieron en otros tiempos,
como si fuera la yedra que se engancha al muro viejo.
Es como si todas sus heridas tuvieran cicatrices.
Tengo un corazón endurecido,
que ya no me hace llorar y no me duele.
Ni siquiera cuando escucho las últimas noticias. 
¿Se habrá muerto para siempre?
Este mismo corazón, cuando empezó a latir,
le tuvo miedo a la muerte,
pero poco después se olvidó de ella
para empezar a disfrutar con los vivos
y a sufrir con cada ausencia.
Un corazón inocente y tonto que se revolucionaba
cuando entraba en él un nuevo amor
de las páginas impresas de los libros,
en los mundos novelados 
o en el tam-tam misterioso de algún poema.
Pobre corazón, si estás vivo o muerto,
ya nadie te hace caso.
Creo que también yo te tengo abandonado.
Si vivieras, no tendrías mucho que contar 
porque a ratos fuiste feliz 
y te sentiste plenamente amado
y eso parece no interesarle a nadie.
Mi corazón ya no me duele.
Vivió lo que tenía que vivir
en compañía y en solitario
y se sintió joven y niño
ante el rosal, el escritor 
y un puñado de colores
para pintar una sonrisa urgente
en el rostro de un amigo.
Y si de verdad hay algo que lo hizo especial
y único es que fue sucesivamente adoptado
por un gato, 
           un pintor,
                   un controlador aéreo, 
                                                un músico 
                                              y por un maestro jubilado. 

2 comentarios:

  1. ¿Tu corazón endurecido? Jajaja, permíteme que me ría. Si eres poeta no te puedes permitir esos lujos, un corazón duro no va con nosotros. El final me gusta mucho, aunque veo ausencias. Y una curiosidad, ¿quién es ese controlador aéreo?

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  2. ¿Mi corazón endurecido? Te permito que te rías... Pero si te das cuenta, el poema tiene su lógica. En él se habla de un corazón endurecido como sinónimo de la incapacidad que tiene para amar. Por eso habla de que fue "adoptado", es decir, habla de aquellos por quienes se sintió amado de una manera diferente (como de padre a hija, como protectores). En ningún momento dice que él sintiera amor por alguien... creo que son las ausencias que has observado. Y el controlador fue el mismo viejo amigo que me recomendó leer "La Romana".

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