sábado, 8 de febrero de 2014

QUÉ LÁGRIMAS MÁS TONTAS








Reflexión: ¿Es posible huir de uno mismo? A veces, si se pudiera, lo haría. Vaya que si...

Los suspiros son aire y van al aire.
Las lágrimas son agua y van al mar...
dime, mujer, cuando el amor se olvida,
¿sabes tú adónde va?
Gustavo Adolfo Bécquer




Qué lágrimas más tontas, ésas que ahora y sin querer se me escapan
sin que pueda detenerlas.
Unas veces digo que fue el último renglón de algún libro
del que quise olvidar el autor, el personaje principal, o incluso el título;
la crema, el champú, una nueva alergia,
cualquier excusa es buena, antes de decir que lloro de amor o desengaño
cuando lo que de verdad me pasa es que me está volviendo loca tu ausencia.
Prefiero decir que hubo algo que de veras me impactó
y que lloro, sencillamente porque una noticia o un suceso
me pillaron con el pie cambiado o un poco tierna.
¿A quién le voy a decir que tú eres quien está en cada una de ellas
si todo eso de la emoción  y el sentimiento ya no se lleva?
Y las lágrimas se deslizan en mi cara,
me delatan, te delatan y recuerdan y se empapan en lo amargo del silencio 
que rondaba entre tu y yo.
Ellas quisieran rodar cuesta abajo como los ciclistas, a tumba abierta.
Y cuando me cercioro bien de que estoy completamente sola
las dejó caer silenciosas por mi cara, ahora sí, con plenitud, cobrando todo su sentido, esa tumba abierta.
Porque ya no somos dos y el dolor de estas lágrimas es lo único que me queda.
Esas tontas que me desnudan a la tristeza y a la soledad,
mientras me empeño en recordarte, 
aunque todo lo que me recuerda a ti me muerda fuerte
como sólo saben morder los malos sueños.
Quién se fue o quién quedó ni lo sabes tú
ni puedo saberlo yo,
pero mis preguntas como mis lágrimas ya no esperan respuesta alguna.
Y al final, ya perdida entre sollozos, 
me quedo dormida sin poder alcanzar ni cuando la nombro,
la dulzura ansiada de tu sombra.

3 comentarios:

  1. Muy triste!! ¿Pero qué nos pasa? ¿Es que nunca vamos a poder ser felices de una vez y para siempre?
    Siempre sumidas en penas y conflictos, como si no hubiera nadie más en el mundo para repartir las penas.
    Y si luego vas y me dices que todo es imaginario, hija, entonces es que tu imaginación de poeta, es más
    desbordante de lo que pensaba, tanto, que supera a la realidad de las cosas, no sé si me explico.
    Y esos versos tan largos, creo que todavía profundizan más ese dolor que sientes (o te inventas, que no creo).

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  2. Quien conoce lo ocurrido, y evidentemente, te conoce a ti, sabe con certeza que este precioso poema va por tu querida hermana. Ella, esté donde esté estará sonriendo al ver que es, una vez más, protagonista de tus pensamientos. Aunque a veces éstos se vuelvan amargos, por la situación difícil que vivimos. ¡Fantástico trabajo! ❤❤❤

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  3. He visto esas lágrimas en muchas miradas. Son las que delatan nuestro verdadero estado de ánimo y, en los peores momentos, cuando más queremos que se vayan, acuden y hay que darles una explicación a los observadores indiscretos de las mismas... La excusa más habitual que he oído o dicho es la de la mota... Es que me molesta, debo tener una mota en un ojo... Lo que pasa por dentro, es otro cantar. Si cuando sucede eso en la vida real, nadie dice la verdadera razón de su pena, creo que yo tampoco voy a dar la mía aquí. Bastante dicen mis versos... Besos a las dos y gracias a las dos. ¡Sois encantadoras!

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