ME PRODUCES NOCHE

"mi corazón quedó recordando tu boca"

Pablo Neruda

                                               A mi Numen

Me produces noche y terco derribo,
deslumbre, y salazón, avena o patio.
Me produces un caos y un sinsentido
pero me llamas
como la cereza madura y limpia
llama al gorrión en su sed de primavera.
Cuántas noticias sobre ti, se me encharcaron
hasta producirme un llanto silencioso,
devastador y frío
y en la garganta, una nebulosa que hice mía,
en la que quise para siempre detenerme.
Cuántas veces intenté no volver a mirarte
porque sabía que tus ojos se vaciaban en los míos
hasta dejarlos ciegos.
Ciegos y cansados. Muy cansados.
Y sin posibilidades de seguir en tu secuencia.
Cuántas veces, fue mejor desoírte,
o no escucharte
Para qué, si una vez tras otra me volvías
quebradiza como la hojarasca
o me arrojabas sal,
sobre las heridas más antiguas y profundas.
Pero de repente, no estás y te llamo.
Y te llamo, desbocada en la pasión,
aun sabiendo que siempre me derrotas.
Y te llamo, inspiración o penitencia
y vuelvo a llamarte para florecerme en ti,
para trenzarte en el aroma de los tiempos.
Si te asomas, ya despierto en el recuerdo,
si te posas en mi piel, llega el prodigio
y me aletean los poemas aquellos
en los que un día me perdí,
sin más remedio
mientras tú jugabas
a hacerme de nada o de vacío
en mitad de un sentimiento.
Y te llamo,
anegada hasta los huesos, mi zozobra
sabiendo que eres mi brisa
y que sólo tú te me haces de oleaje
para que exista la armonía
en el dulce balanceo que hay en mi playa.
Y es que a veces, no sé lo que me pasa
exactamente. Me desconciertas
Sí.
Me desconciertas tanto, tanto,
que llego a aborrecerte.
Y tú, me besas.
Y yo, que he llorado tanta ausencia,
                                         no quiero verte
y te desconozco por completo,
hasta que vuelves a merodearme
con un no sé qué
que me alborea en nuevo canto.