Paisaje pretérito I. Fotografía de la autora |
como se recorren los
paisajes pretéritos
de los tiempos.
Mi piel que parece
seguir callada,
me descubre claramente
como reza
un niño solo, desamparado,
en aquellas tristes callejuelas
del exilio de una
infancia.
Frustración, rabia y
dolor
me revientan en un
sueño,
un triste sueño,
un triste sueño,
que se cuela en mis
poemas,
que, al fin y al cabo,
se resisten
y me convierten en la voz
de una plegaria.
de una plegaria.
Mi paseo obsesivo por mi
imagen
fue lo más parecido a
un infierno
pero de repente, dejé
entrar
la casualidad hasta el
fondo de mi casa.
La casualidad, como un hada madrina,
agitó su varita mágica
y desde entonces vivo
en su prodigio.
Formo parte de él. A él
me entrego.
Acepto mis paisajes y ahora soy.
Acepto mis paisajes y ahora soy.
Ojos limpios en la luz de otros espejos.
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