Reflexión: La lengua es un ser tan libre y sorprendente que a veces, echa a volar en la poesía. Pero sus colores y sus formas son útiles y a la vez, precisos instrumentos para la comunicación... (bueno, no siempre es así, lo sé. Pero ahora no es relevante).
Dedico este poema que juega con las palabras a Elisabeta Botan y a mis amigos escritores con quienes comparto esa fascinación por este mundo mágico del verso. También quiero dedicárselo a los lectores de "Paisajes febriles" cuyas estadísticas me indican que ha habido más de 2.000 visitas durante el último mes. Gracias.
Dedico este poema que juega con las palabras a Elisabeta Botan y a mis amigos escritores con quienes comparto esa fascinación por este mundo mágico del verso. También quiero dedicárselo a los lectores de "Paisajes febriles" cuyas estadísticas me indican que ha habido más de 2.000 visitas durante el último mes. Gracias.
Amorcito,
amorzote, amorante, amorista,
amorónico,
amorástica, amoroso,
y
de amar, amado, amante.
Cuando
yo te busco a ti, en amorabilidad o amóricamente,
me
gustarás más amorístico o en amordaje.
Amorántico
o amoradicto, amorancia en la maleta,
pero
tú me quieres dar amoriña o te sientes amoradizo,
tan
solo en el desliz de un futuro incierto.
Y
en el fondo, ¿a quién le canta cada cuál?
Nos
pusimos a declinar en el amor y sus sufijos
y
terminamos yendo juntos,
simplemente al desencuentro.
Olga Becerra
simplemente al desencuentro.
Olga Becerra
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