Elisabeta floreció con la magia de los cerezos
de las colinas más altas de la infancia
y el hombre pez
se hizo mudez en su palabra,
cayó en la noche profunda
con el desdén carente ya de recuerdos
o nostalgias,
o nostalgias,
y fue a parar
adonde el mar y toda su sal
no quieren ser para nada
sinónimos ocultos de una espera
o de las lágrimas.
o de las lágrimas.
Y su verso se desnudó despacio
de clichés encorsetados
(se hizo rebelde)
y cubrió sus labios
con el carmín rojo encendido de las albas,
mientras su espacio se rodeaba
con un velo transparente y femenino de metáforas
y con un poema, tierno y chiquito, llamado Bianca.
Agradezco a Elisabeta Botan la traducción al rumano que se puede leer en:
http://orizonturipoetice.blogspot.com.es/
Agradezco a Elisabeta Botan la traducción al rumano que se puede leer en:
http://orizonturipoetice.blogspot.com.es/
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