domingo, 17 de febrero de 2013

HAY EN LA MEMORIA

Ilustración de Maoua Orma


Hay en la memoria rincones sin barrer
con pelusa acumulada que no se quiere volver a mirar
y en el escritorio, papeles amarillentos
fotografías viejas, trazos chiquitos y eternos
que llevan del olvido 
a los reencuentros.

Hay en la memoria sensaciones de aire 
                                                      y de momentos rotos,
de lunas que faltaron en aquella primera cita
y de espejos descoloridos en ese lugar preciso
que admiraron nuestros ojos.

Hay secretos tan bien guardados 
como guardan los piratas sus tesoros,
y hay cantos de lluvias tristes,
cantos redondos, aburridos y monótonos,
como hay hermosos cantos de sirena en celo 
que nos arrastraron a esos ilusorios mares
de lo que quisimos ser y ahora sencillamente no somos.

Hay seres de amor, sonrisa, y humo,
que un día se transformaron en un incomprensible horizonte de lágrimas
y que nos enseñaron, sin querer,
ese dolor de los nudos que atraviesan la garganta
y que, en el pasar de los años,
se conjugan en cada verbo a dentelladas
para terminar disfrazados, 
solos de ausencia y ternura.

Hay en la memoria erotismo 
que se hace en la piel de magia,
y esa luz intensa y bella que nos devolvió
el brillo especial y sencillo 
de unas pupilas amadas.

Hay un yo valiente que se hizo armar caballero
y alzó bien alto su espada, metiéndose de lleno
en las negras fauces de las más feroces batallas,
y hay un yo miedoso que escondió su cuerpo
bajo la blancura de las sábanas 
en las sombras victoriosas de una patita de araña.

Hay en la memoria gentes que van y que vienen
sonrisas que hacen cosquillas
y tardes que parecieron segundos
tardes que se desplegaron 
en juegos de duendes traviesos.

Hay color de nube, 
de misterio no resuelto,
de espera un poco, de desastres, 
de aventuras y de inventos,
soledad por compañera y lecturas que acarician...
Esperad. 
También guardan las memorias algo pequeño e inmenso.
Sí. 
Lo siento florecer, 
hasta desgastarlo en el recuerdo,
                                                   fue tan distinto a los otros... 
es parecido a lo que debió ser 
                                                     un primer o un último beso.


2 comentarios:

  1. Para conocer de verdad a alguien no hay que fijarse en las cosas que muestra, hay que estar atento a las que oculta... quiero más...

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    1. No escribo todos los días. Algunas veces sólo me da tiempo a vivir y lo hago con prisas y apurada... qué cosas.

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