En tus ojos
aparece el brillo del amor,
Y quisiera
tenerte más cerca
tu piel me llama
y la noche se queda muda
contemplando el inquieto esplendor de nuestras
sábanas.
para decirte eso que tú y yo sabemos
y que produce una extraña sensación de cosquilleo
porque es la sed del alma.
Ven,
escucha como nuestros latidos
se escancian lentamente en la copa del deseo,
escucha el gozoso dolor
que se abre en los silencios.
Ven,
ven a beber de la mágica desesperación
de los anhelos,
sorbo a sorbo, trago a trago,
dedo a dedo,
emborráchate de mi,
sumérgete en mi sueño.
Es un poema precioso, lleno de sensualidad y emoción y en el que la autora nos hace complices de una pasión, quizá idealizada, pero que comparte con nosotros para hacernos cómplices de esa intensa llama que le quema por dentro; pero creo que detrás de esta pasión hay algo más, una pasión desmedida por la vida, por lo espiritual aunque lo haya llevado a un terreno más carnal. No me detengo a analizar la rima detenidamene,versos pares asonantes, porque el poema contiene ritmo y melodía sin necesidad de rimar a la perfección, cosa, que por otra parte, opino que ya no es imprescindible.
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